Divorcios... creo que pocas cosas hay en este mundo más traumáticas que eso. Porque, ¿hay dolor más amargo que el desamor? Lo dudo. Y eso es exactamente lo que ha sufrido nuestra protagonista, una escritora americana amante de su profesión y de su ex-marido. Su vida se ve terciada por este desamor.
Suerte que aún no tienen hijos, porque si traumático es para la pareja, para los hijos lo es mucho más. Ver como sus padres se separan... no quiero imaginármelo. La cuestión es que esta mujer no sólo descubre que su ex-marido la engaña, sino que el engaño viene dado desde el primer momento. Es decir, su ex-marido afirma que NUNCA la ha querido. Y la cabeza da vueltas y vueltas a las cosas, y nuestra protagonista no se queda atrás. ¿Cómo puede haber estado tan ciega esos años creyendo recibir de su marido el amor que ella le daba? Quizás sea cierto eso de que "el amor es ciego". Pero el entorno no favorece. Cada vez queremos ser más independientes, sobre todo en los países desarrollados. Ahora mismo, EE.UU. es uno de los más desarrollados, por no decir el más. Y esto es lo que provoca que en algunas ciudades estadounidenses el porcentaje de divorcios supere al de casamientos. Realmente escalofriante, ¿no? Quizás Aldoux Huxley al escribir el libro Un Mundo Feliz, allá por los años 30, no estaba tan equivocado con la idea de esa sociedad futurista donde "todo el mundo pertenece a todo el mundo", porque nos estamos acercando a un ritmo frenético a esa sociedad. La diferencia es que en Un Mundo Feliz no existía una actitud individualista, ya que los humanos eran condicionados para no poder estar en soledad. Tampoco quiero hacer un resumen de ese libro, pero es que lo tengo tan reciente y me ha llegado tan hondo que... no puedo evitar mencionar pasajes de él. Personalmente, creo que el ser humano no está hecho para vivir en soledad, y es por eso que un divorcio, en la mayoría de los casos, conlleva a un nuevo emparejamiento.
Entonces, ¿cuál es el problema? Pues todo apunta a que el ser humano se aburre de la rutina. Estamos en una sociedad donde se confunde muchas veces la libertad con el libertinaje. Pero no creo que este sentimiento de aburrimiento sea moderno, simplemente ahora los divorcios están legalizados y no está mal visto. Es por eso por lo que muchas parejas deciden separarse, porque cuando no existe un vínculo amoroso lo suficientemente fuerte para no separar a dos personas, el cuerpo te pide un cambio de aires.
Y eso es lo que precisamente la protagonista de esta película hace, pero radical. Sus amigas le compran un billete para viajar a la Toscana italiana. Italia... qué romántico. Un tanto irónico, ¿no? Pero el cambio es necesario, ya que en su país esta mujer sólo iba a sufrir más. Porque de nada ayuda vivir en un piso junto con otras personas que tienen tu mismo problema. Que digo yo, ¿para qué los juntarán? Supongo que al estar concentrados en un mismo sitio tantos pensamientos negativos se evita que esos pensamientos se trasmitan al mundo con más facilidad. O simplemente, es un refugio para personas desahuciadas, como es el caso de nuestra protagonista, quien no ha tenido bastante con el divorcio sino que su queridísimo ex-marido se ha quedado con la casa. Se intenta no ser materialista pero... vaya, eso debe producir una impotencia de miedo.
En fin, en Italia está nuestra amiga. Absorta en sus pensamientos (aunque cada vez menos gracias al ambiente) y deseosa de encontrar alguien que le haga feliz de nuevo. O no tan deseosa... quién sabe, después de un divorcio, se quiera o no, se le tiene más miedo al compromiso.
Concluyendo. Los divorcios en sí no son traumáticos. El grado de... de... ¿traumatología? No sé. Total, el grado de complicación de este proceso es directamente proporcional al comportamiento de la pareja, porque en el mundo hay de todo. Quién no conoce a una pareja divorciada. ¿Y cuántos casos hay? Muchísimos. Están aquellos con una separación normal, que incluso siguen teniendo contacto (generalmente por sus hijos), están los que se amaban a más no poder y de un día a otro se odian como el perro y el gato (ya se sabe que las apariencias engañanan...) y muchos más casos. Tantos como parejas hay en el mundo.
Es posible que esta sociedad vaya encaminada a un bienestar relacionado con el placer, donde al mínimo aviso de aburrimiento queramos cambiar de aires tengamos a quien tengamos y sienta lo que sienta quien está a nuestro lado. Pero los tiempos cambian, y los cambian las personas. Cuando sea mayor me fascinarán el tipo de relaciones que se tienen ahora o, por el contrario, me aterrorizaré del tipo de relaciones que se tendrán en un futuro.
Ahí queda la duda...
See you next week!